Valle del Cocora - Nevado Santa Isabel
Valle del Cocora.
Este viaje empieza en el Terminal
de Transportes de Pereira, a las 6:20 am todos los días sale el primer bus para
Salento (valor del pasaje: $5.500), el cual está llegando a las 8:00 am al parque de Salento donde se
puede apreciar el gran avance turístico que ha tenido el Departamento del
Quindío en la última década. Desde allí salen cada 10 minutos jeeps hacia el
Valle del Cocora, con turistas y campesinos del sector; con una capacidad de 8
a 10 personas (con equipaje) y un costo actual de $3.000 por viaje, se cuenta con toda la comodidad para llegar
al Cocora a cualquier hora del día.
El punto de partida de esta
caminata es el Valle del Cocora, más precisamente en el lugar donde esperan los
jeeps a los turistas (siempre en buna cantidad en cualquier época del año).
Allí se encuentra una tienda y un restaurante donde se prepara el viaje, se
reparten los equipos y las provisiones y
si se quiere, un pequeño desayuno.
Existen dos rutas que llevan al
mismo lugar (finca Primavera), el más largo y menos pesado se toma siguiendo
derecho por la carretera y hasta llegar al río y desde ahí se continúa hasta en
subidas y bajadas rodeando el Río Quindío hasta llegar a la finca El Bosque. La
segunda ruta –la que siempre hemos tomado –
nos presenta un desafío mucho más complicado, aunque puede resultar más
corta. Es esta última la que seguiremos en este relato.
Desde donde nos deja el jeep
empezamos tomando el camino que se desvía hacia la derecha, rodeando una
estación piscícola, pasando un pequeño puente y posteriormente atravesando un
extenso valle hasta llegar al río donde nos internaremos en lo profundo de la
selva cruzando una y otra vez el río y encontrándose ocasionalmente con
turistas. El primer punto de referencia se llama Acaime, refugio donde la
principal atracción son los colibríes, y donde empieza de verdad el primer
asenso de todo el recorrido.
Luego de un par de horas de subidas y bajadas, una pequeña parada para almorzar, el paisaje del Bosque de Niebla y la determinación de llegar temprano al campamento, estaremos pronto en Estrella de Agua, una zona de camping/hospedaje donde podremos descansar después de una larga jornada. Aquí el campamento es muy económico ($5.000 por carpa) y ofrece todo lo necesario para un buen camping.
Luego de un par de horas de subidas y bajadas, una pequeña parada para almorzar, el paisaje del Bosque de Niebla y la determinación de llegar temprano al campamento, estaremos pronto en Estrella de Agua, una zona de camping/hospedaje donde podremos descansar después de una larga jornada. Aquí el campamento es muy económico ($5.000 por carpa) y ofrece todo lo necesario para un buen camping.
Páramo de Romerales.
El segundo día se debe iniciar
muy temprano, ya que nuestra meta es pasar por el Páramo de Romerales y llegar
hasta la Laguna El Encanto. Después de tener el morral listo y haber desayunado
bien, empezamos a subir, sin parar, por un terreno difícil y que pareciera no
terminar. Al final de esta subida, nos encontramos con el inicio del Páramo de
Romerales, el cual nos indica que la caminata de aquí en adelante será más
confortable, con más paisajes y si el cielo está despejado, con la cercanía del
Nevado del Tolima más cerca a la vista.
Más adelante nos encontramos con
el Valle de los perdidos y el punto de referencia más importante en este lugar,
Puente de Tierra, donde se encuentra una señal que nos indica que debemos hacer
un giro de 90° para empezar a subir una pequeña colina hasta llegar al cruce.
Si no conocemos bien este lugar, es muy importante llegar a Puente de Tierra
con luz de día, ya que si no tenemos bien presente dónde estamos, podríamos
seguir derecho y adentrarnos en el Valle de los Perdidos, o peor aún, en los
alrededores del Río Toche. Hay que tener en cuenta estas indicaciones tanto de
subida como de bajada porque de no continuar por el camino que es, las
probabilidades de perderse son muy altas.
Ya en el cruce, podemos sacar un
tiempo para almorzar y para disfrutar del aire y de los paisajes propios del
páramo. Unos minutos después se encuentran las fincas Primavera y Aquilino,
ambos buenos lugares para hospedarse, armar carpas, escuchar relatos y por
supuesto, hacer contactos para cuando se necesiten alquilar bestias para una
expedición más relajado o informarse más acerca de este sector.
Pasando estas fincas, ya solo
queda avanzar hasta la Laguna El Encanto, usando uno de los caminos que llegan
hasta allí. Recomendamos evitar el camino que lleva más hacia la izquierda,
optando por el camino que va a dar a
todo el centro de la laguna. De todas maneras, usando cualquiera de los caminos
o acercándose a la Laguna en medio de la noche, no hay preocupación de
perderse, ya que la Laguna se encuentra en lo más alto del camino, casi en
medio de una meseta.
Nevado del Tolima.
Armando campamento en la Laguna
El Encanto se tiene una caminata muy descansada y de corta duración al día siguiente para llegar al mejor
lugar desde donde se puede intentar el ascenso al Nevado del Tolima: el
Helipuerto. Solo es cuestión de seguir el camino que sale desde la zona de
camping y que pasa por El Calvito (otra zona de camping más arriba y menos
usada) hasta llegar a la base del Nevado, donde ya se empieza a hacer difícil
la respiración y donde se debe tener mucho cuidado si nos encontramos con
neblina.
El Helipuerto es una gran meseta
(relativamente) en medio del Nevado del Tolima, con una vista impresionante,
con la posibilidad de amanecer rodeado de nieve y con todo el tiempo para
apreciar el Parque en todo su esplendor. El campamento aquí es fácil de armar, ya
que tiene pequeñas zonas de camping rodeadas de piedras, donde a pesar del fuerte
viento y el frío extremo, se tiene todas las ventajas para armar un buen
refugio y hacer todos los preparativos para el día siguiente.
Muy temprano se debe empezar con
los preparativos, detallando la mejor ruta hacia el glaciar y con todo el
equipo necesario para el ascenso. Podemos ver que existen 3 rutas al glaciar:
desde la izquierda, se puede subir por el glaciar Schimer, pero no es nada
recomendable por su dificultad y la necesidad de llevar equipos de escalada en
nieve; por el centro está la ruta más peligrosa, ya que se debe hacer una
pequeña escalada en roca, pero también termina siendo la más corta y directa;
por la derecha se debe bordear una peña y continuar por rocas hasta llegar al
glaciar.
La ruta que siempre seguimos es
la central, aunque no contamos con equipo de escalada, hemos podido realizarla
a mano y en otra ocasión con ayuda del Piolet. Tanto de subida como de bajada,
hay que tener mucho cuidado y en lo posible realizarlo con cuerda y con la
ayuda de compañeros.
Una vez en el glaciar, se debe
continuar el ascenso por la zona más segura del Nevado, subiendo con la mirada
al Espolón del Gusano pero sin acercarse a él, haciendo el giro hacia la cima
justo antes de tocar la meseta que va a dar al Espolón. El resto es seguir con
cuidado hasta la cima en una última y empinada colina.
El descenso se debe hacer
promediando el medio día, levantando el campamento en el Helipuerto y
continuando hasta El Encanto. Una vez allí todo queda a decisión del grupo y de
la ruta que se haya trazado para este viaje.
En este artículo vamos a
continuar con un muy buen recorrido por el Parque de los Nevados que nos
llevará por el Paramillo del Quindío y el Nevado Santa Isabel. Para ello,
decidimos continuar hacia el Valle del Placer, un hermoso lugar lleno de
paisajes, riachuelos, truchas y caminos despejados. El mejor lugar para hacer
camping es por supuesto, cerca de una fuente de agua, con buen espacio para la
carpa y para hacer de comer, y en lo posible, que nos deje cerca del Paramillo del
Quindío. Afortunadamente, esta zona nos da muchas opciones para esto, y lo
mejor, con la libertad de no estar limitados a una zona de camping predefinida.
Paramillo del Quindío.
Después de mucho esfuerzo en el
Nevado del Tolima lo que más quisiéramos es una caminata relajada, confortable,
en lo posible corta y que nos deje descansados para intentar el ascenso al
Nevado Santa Isabel. Lamentablemente lo que se nos viene es todo lo contrario.
Empezamos por subir por el Paramillo del Quindío, siguiendo el camino que
inicia en el Valle del Placer, pasando por potreros y pajonales hasta
encontrarnos a los infames Colchones de Agua, los cuales nos bajarán la moral
si no estamos preparados para superar sus efectos. Nos encontraremos con
algunos humedales, colinas y pajonales, tratándolos de sortear pegándonos lo
más posible al lado del Paramillo.
Una vez pasamos los humedales, llegaremos a la parte rocosa de este camino, lo que indica el fin del ascenso al Paramillo, continuando con un gran y anhelado descenso hasta la Laguna La Leona. Aquí ya estaremos al otro lado el Paramillo y muy lejos del Nevado del Tolima, listos para un viaje rápido hasta la Laguna del Otún.
Una vez pasamos los humedales, llegaremos a la parte rocosa de este camino, lo que indica el fin del ascenso al Paramillo, continuando con un gran y anhelado descenso hasta la Laguna La Leona. Aquí ya estaremos al otro lado el Paramillo y muy lejos del Nevado del Tolima, listos para un viaje rápido hasta la Laguna del Otún.
Sin embargo, seguimos lejos de
lograrlo. Todavía nos queda una serie de zig-zags bordeando las pequeñas montañas
al lado derecho de La Leona, subiendo y bajando, y andando más de lo que se
pensaría en un inicio. Esto en caso de seguir el camino correcto, que sería si
se toma la Laguna La Leona por encima y muy hacia la derecha, y por un camino
que se pierde por ocasiones teniendo que adivinar dónde encontrar el rastro
siguiente.
En caso de obviar el camino que
lleva directamente a la Laguna del Otún, muy seguramente se estará siguiendo
uno de los diversos caminos creados por la fauna silvestre y que por supuesto,
no llevan a ninguna parte. Pasando por una interminable (sin exageración) serie
de colinas, las cuales se suben, bajan y bordean, se pueden ver a ambos lados
(uno u otro) las lagunillas El Español a la derecha y Negra a la izquierda,
ambas en cañones que eventualmente terminarán llevándonos hasta la finca Vaga
Seca. Desde aquí se retoma el camino que
va desde El Bosque hasta la Laguna del Otún, el cuál es un recorrido muy largo
y que es mejor continuar en caso de ya haberlo transitado previamente.
Ya sea que se llegue desde El
Bosque o desde la Laguna La Leona, nos encontraremos en la laguna más grande
del Parque: la Laguna del Otún. Con una cabaña/hotel para los funcionarios del parque
y una vasta zona de camping, este es el mejor lugar para establecer un
campamento y descansar tranquilamente; obviamente después de pagar la cuota
obligatoria por estar dentro de un Parque Nacional Natural.
Nevado Santa Isabel.
Desde la Laguna del Otún y bajo
el consejo de los guías de Medio Ambiente, nos podemos mover directamente hasta
el Nevado Santa Isabel, siguiendo la ruta que rodea la parte izquierda de la
Laguna, teniendo mucho cuidado de seguir el camino que empata con la ruta
normal que va desde la carretera, porque si no terminamos adentrándonos en lo
profundo de la ruta que pasa por un lado del Nevado y que va hasta la finca
África. De todas maneras, el nevado está muy cercano y apenas veamos rocas ya
estaremos propiamente en él. La ruta hacia el glaciar es única y muy visible gracias
a que este nevado es de fácil acceso para los caminantes regulares. Normalmente
los visitantes llegan hasta el glaciar, andan un poco y se toman fotos antes de
volver a descender por el mismo lugar.
Esta vez descenderemos por un
camino diferente: el que interna en las rocas, continuando un camino hacia la
izquierda y que nos permite bordear el glaciar completamente. La finalidad de
esto es pasar por una hermosa laguna de color esmeralda muy poco visitada pero
que también es un gran atractivo en la zona del Nevado Santa Isabel.
Desde allí debemos descender por
un pequeño cañón que nos deja en la mitad de una laguna que separa la parte
rocosa del nevado con el páramo y los frailejones. Una vez en la Laguna del
Otún ya podemos realizar el descenso hacia Pereira al día siguiente.